La ley exige que una agencia de colocación de menores autorizada realice un estudio del hogar del posible adoptante. Este informe se presentará ante el tribunal y será revisado por los abogados y el juez. Los padres biológicos tienen derecho a leer el informe, pero rara vez lo hacen.

Aceptar que el estudio del hogar es una parte importante del proceso es difícil para algunos padres adoptivos. Nadie quiere que se perturbe su intimidad y que su información confidencial sea revisada por otras personas. Los padres adoptivos tienen que aceptar el hecho de que los tribunales necesitan saber muchas cosas importantes sobre ellos para cumplir con su responsabilidad de garantizar que los niños sean colocados en buenos hogares. Estos informes son altamente confidenciales. Virginia tiene una ley que prohíbe fotocopiar estos informes. Dicha ley también exige que los abogados devuelvan al secretario judicial todas las copias del informe que obren en su poder antes de que pueda dictarse la resolución definitiva de adopción.

Además, los expedientes de adopción están sellados y, a diferencia de muchos otros tipos de expedientes judiciales, no pueden ser revisados por el público. Ni siquiera las propias partes de la adopción pueden revisar el expediente judicial una vez sellado. Si los padres adoptivos quieren revisar el estudio del hogar, tendrán que ir a la oficina de la agencia o al despacho del abogado para hacerlo.